El integrante más joven de la reagrupada banda Backstreet Boys, Nick Carter, confesó esta semana a la revista People que, por culpa de las drogas y el alcohol, casi perdió la vida durante la pasada gira del grupo en Europa.En ese entonces, los múltiples vicios del artista le habían pasado la cuenta con un notorio sobrepeso que le hizo caer en cuenta que algo iba mal, "supe que tenía un problema, porque nada podía ayudarme a dejarlo", declaró Nick en la entrevista, agregando que por su adicción, "las drogas y el alcohol casi me matan". Carter, que pronto visitará Chile junto a la conocida banda, declaró a la publicación que lleva "diez años luchando contra las drogas y el alcohol", situación que lo llevó a desarrollar una afección cardiaca en el último tiempo, y que se manifestó durante la pasada primavera europea, cuando el cansancio lo llevó derecho a la camilla del cardiólogo."Me volví loco, bebí demasiado, algo que se estaba convirtiendo en rutina. Estaba tan nervioso por conocer los resultados del especialista que lo pagué castigando mi cuerpo", señaló Nick, que recibió un lapidario diagnóstico: miocardiopatía dilatada, producto del excesivo desgaste del corazón que podría llevarlo a necesitar un trasplante en lo inmediato. Debido a la gravedad de su salud, Carter decidió "cambiar de vida si quería continuar en este mundo", siguiendo los consejos de su cardiólogo y manteniéndose alejado de las sustancias ilícitas y el alcohol que lo llevaron a tan extrema situación. "No quería acabar como esas personas de las que luego los demás dicen ´estuvo a tiempo de salvarse´", puntualizó."Ahora mi vida es extraordinaria", aclaró el cantante de apenas 20 años, quien se encuentra inmerso en las grabaciones del nuevo disco de la afamada banda, Backstreet Boys, que podría salir a la venta durante este año, según los cálculos más optimistas.
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