Han pasado ocho años, pero como si nada. Brian, Howie, AJ y Nick, los cuatro chicos que junto con Kevin lograron hipnotizar a millones de jovencitas a mediados de los noventa con canciones pegajosas como Everybody y I Want it That Way y su apariencia de niños lindos de la calle, han vuelto a las andadas. Ocho años después de su be- lle epoque continúan alborotando estrógenos y reuniendo a decenas de fanáticas tras una foto abrazadas con Nick o Howie, un autógrafo de AJ o un beso robado de Brian. "Esta mañana tuvimos un encuentro con 70 fans", dice Howie apenas aterriza en el encuentro de la banda con los medios de comunicación. "Bromeamos con ellas, nos tomamos fotos y nos regalaron recuerdos de la primera gira", agrega el más serio de la banda, quien pone cara de circunstancia apenas escucha la primera pregunta. ¿Por qué nos separamos? ¿Acaso nos separamos? No, el cuarteto niega semejante versión. "¡No digan eso, por favor!", respinga Brian. "¡En verdad nunca nos hemos separado! Acabamos de cumplir 16 años juntos y vamos por 16 años más. Después que estuvimos aquí en Venezuela editamos dos discos más y nos dedicamos a girar por el mundo. Luego nos tomamos un año de descanso, que lo merecíamos, y ahora estamos aquí, con más ganas que nunca y con mucho ímpetu", agrega el cantante, que ha emprendido carrera como solista, grabó un disco de música cristiana, y meses atrás tuvo que ser hospitalizado por un problema cardiovascular. De Kevin Richardson -para la mayoría de las fanáticas el más guapo del otrora quinteto juvenil- no se han separado del todo. De hecho recién se encontraron con él en dos oportunidades durante las grabaciones del nuevo disco Unbreakable, que planean mostrar en mayo y en el que, adelantan, incluirán temas compuestos por ellos mismos. "Nosotros somos como hermanos", dice Howie, el más serio y maduro de la banda. "Pero tuvimos que entender que él quería llevar a cabo una serie de proyectos familiares y desarrollar su carrera actoral. Fue duro al principio, no lo negamos, pero tuvimos que entenderlo. A Kevin no lo va a sustituir nadie", agrega Howie refiriéndose a la negativa de la agrupación a abrirle las puertas a un nuevo integrante. "Muchas personas se presentaron para hacer casting y otras nos llamaron para ofrecerse para sustituir a Kevin y convertirse en el quinto integrante", salta AJ, el chico malo del grupo, que tiene una decena de tatuajes en su cuerpo, y quien tuvo que someterse el año pasado a un tratamiento de desintoxicación por problemas de alcohol. "Pero para nosotros Backstreet Boys somos nosotros. Y si nos sentimos bien siendo cuatro, pues seguiremos cantando". Qué los reúne nuevamente es la gran interrogante, pero el cuarteto prefiere ampararse en el amor de las fans antes que reflexionar un poco acerca del asunto. "Nos encanta tocar para las nuevas fanáticas. Pero por supuesto vinimos a recuperar a las fans de siempre. Nos encanta estar de vuelta en Venezuela y poder presentar un gran show", concluyeron.
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